Un mar de fueguitos...

"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende."

Eduardo Galeano
( El mundo , de "El libro de los abrazos")

*******************************************************************************************

sábado, 11 de diciembre de 2010

SAN JERONIMO DEL SAUCE - Las colonias-

San Jerónimo del Sauce primitivamente fue una colonia indígena, sucesora de la reducción abipona de San jerónimo del Rey (actual ciudad de Reconquista y Avellaneda- Norte de la provincia de Santa Fe), donde se inició el proceso de colonización agrícola.


En 1825 – año que se toma como fundación del pueblo- fue construido en el lugar, un templo que ha sido declarado monumento histórico, por decreto del Poder Ejecutivo Nacional, a fines de 1983.


Su comuna fue creada el 21 de marzo de 1887. La localidad de San jerónimo del Sauce es cabecera del distrito de igual denominación, cuya superficie comprende 180 kilómetros cuadrados y tiene aproximadamente 1.000 habitantes.


Está situado sobre la Ruta Nacional Nº 19 (camino a Córdoba) a 45 kilómetros de la ciudad de Santa Fe.


San Jerónimo del Sauce celebra sus fiestas patronales el 30 de septiembre.


Mi recorrida por los pueblos, esta vez acompañado por el profesor e historiador Don Julio del Barco -oriundo de la vecina localidad de San Jerónimo del Norte-, siempre comienza por el más común de los lugares: la plaza central. Allí se concentra toda la historia que envuelve a cada uno de estos lugares que dieron origen a la Nación Argentina.


Cuenta la historia que en tiempos de la colonia lo primero que se demarcaba en la fundación de un pueblo era su plaza de armas, y en su entorno se construían las edificaciones públicas y las casas de las personalidades más importantes que acompañaban cada expedición.


San Jerónimo del Sauce conserva ese dibujo de un tiempo colonial, y su edificación más representativa es su Iglesia San Jerónimo, emplazada frente al vértice sur -oeste de su plaza central.


Al oeste se ubica la comisaría, el juzgado de paz y la comuna que data de 1887. En la esquina nor.- oeste el club coronel Denis, y hacia el sector este, un antiguo edificio en cuya fachada se puede observar la impronta de la arquitectura italiana de principios del siglo XX., en el cual, actualmente, funciona la Casa de la Cultura y la Biblioteca.

En la misma, nos recibió Maricel Kling, joven saucera que integra, desde el marco de la cultura, el grupo de jóvenes que colabora con el gobierno comunal que preside el Sr. Daniel Ríos que, dicho sea de paso, está cumpliendo- por estos días- su primer año de gestión.


Maricel, muy gentilmente nos obsequió algunos ejemplares de “La voz del sauce”, revista quincenal editada por la Casa de la Cultura. Allí encontramos una verdadera “historia de vida” que sintéticamente comentamos a continuación:


Su protagonista: Doña Esbelda Isabel Mansilla de Boscovich. La familia estaba formada por sus papás Marcelino Mansilla y Tomasa Bettig y sus 14 hermanos de los cuales cuatro habían muertos al nacer. Vivían en un ranchito de adobe y paja en las afuera de la localidad, hasta que se mudaron a la casona que actualmente pertenece a la casa de la cultura.


De muy joven salio de su casa a trabajar en un tambo donde estuvo dos años. Allí conoció a quien fuera su esposo, Don Pedro Boscovich, emigrante de la ex Yugoslavia que venía escapándole a la guerra.


Tuvo tres hijos: Marcelino, Ethel y Jerónimo… nietos y bisnietos.


Doña Esbelda falleció hace poco tiempo, pero seguramente su existencia no pasará en vano entre los sauceros. Las huellas dejadas en base a su conducta y honradez, a pesar de las adversidades de los tiempos en los que le tocó vivir, sin dudas serán para las nuevas generaciones un claro espejo donde mirarse, fundamentalmente, en los momentos más difíciles que muchas veces nos propone la vida.-


GALERIA DE FOTOS


Daniel Ríos, Presidente de la Comuna

Avenida emplazada al norte de la plaza central. Representación simbólica de la integración cultural del pueblo

Carreta que reuerda los tiempos en que todo estaba para hacerse

Avenida emplazada al este de la plaza central

vista de la plaza central. Foto tomada desde la avenida norte

Maricel Kling, Casa de la Cultura


Dos vistas del frente edificio perteneciente a la Casa de la Cultura


Frente Iglesia San Jerónimo comstruida en 1825

San Jerónimo. Imagen original tallada en madera trasladada a principios del siglo XIX, desde el Fortín San Jerónimo del Rey, actual ciudad de Reconquista, Norte de la provincia de Santa Fe.


Vistas del interior de la Iglesia San Jerónimo

Pesebre emplazado a la entrada de la iglesia

Patio de la iglesia

Museo. Sable y lanza que perteneciera al Coronel Deniz.

Museo. Armas largas antiguas donadas por vecinos.

Frente club coronel Deniz

Hasta el próximo pueblo...
... la próxima historia.

*****************************************************************
Agradeciemientos:
Daniel Ríos, Presidente de la comuna
Maricel Kling, Csa de la Cultura
Maria Villafañe, grupo mujeres Iglesia San Jerónimo

1 comentario:

  1. Siempre me conmuve ver la belleza que hay en la sencillez, me encantó la historia y las fotos son entrañables.
    besos

    ResponderEliminar