El pasado martes 28 de diciembre, en el último programa del año, al final del mismo, leímos una nota - de mi autoria- reflexionando sobre estas fiestas tradicionales del cristianismo: Navidad; y en general, de fin de año y año nuevo.... quiero, queremos todos quienes hacemos "Grande Sabale" compartila con ustedes.
P/D: por pedido de los oyentes la volveremos a repetir el próximo martes 4 de enero de 2011.
2010 llega a su fin. Un año más concluye. Otro comienza. Y las cosas en el mundo siguen igual o acaso peores. Siguen pendiente de soluciones los grandes problemas que aquejan en serio a la humanidad: la pobreza, la explotación, la exclusión, la guerra como mecanismo de dominación, los derechos humanos denominados de tercera generación que siguen sin respuestas de políticas globales que indefectiblemente nos arrastrarán hacia el fin del planeta.
Cuando llegan estas fiestas tradicionales del cristianismo, Navidad; y, en general, fin de año y año nuevo, se renuevan las esperanzas por un mundo mejor.
Desgraciadamente hay cosas que parecen solo una fachada. “La gente luce estar de acuerdo maravillosamente todo…; unos festejan sus millones, otros la camisita limpia y otros no saben lo que es brindar”, dice Silvio Rodríguez en "Canción para Navidad".
Habrá quienes se hartaran de tanto comer, se descorcharán cientos de miles de botellas de los vinos más caros y tipos de champagne, pero ahí al costado de los que tienen tanto, están ellos los que tienen poco, y también los que no tienen nada. Eso es lo que duele.
Pido disculpas si alguien que está escuchando se siente ofendido por estas palabras, que estos días, como muchos dicen, deben ser de alegría y solo de buenas ondas para así alejar las pálidas que cotidianamente observamos con solo ojear un diario o mirar la televisión.
Puede ser que sea así, pero yo no estoy inventando nada. “Las cosas se muestran solas… solo hay que saber mirar”. No muy lejos de aquí vi chicos revolviendo en la basura buscando que comer; en el norte del país impunemente se siguen vendiendo tierras públicas con pueblos indígenas incluidos; en Buenos Aires, hace días, vimos con tristeza el desfile de la pobreza bregando por un metro de tierra para hacerse un rancho; y en la periferia del mundo, la gente a diario se muere de hambre.
Claro que, como a todos los seres humanos, nos gusta la alegría, las cosas buenas, las palabras bellas… también somos portadores de palabras bellas. Asimismo, soy conciente y así lo entiendo, del compromiso que significa un programa de radio más allá de su temario, más allá de la línea ideológica que lo define, y no importa se este es: musical, deportivo, humorístico o político. Un micrófono abierto es un privilegio que solo tenemos unos pocos, entonces, que no sea insustancial.
Dentro de pocas horas levantaremos una copa para brindar por el nuevo año que se iniciará. Que ese brindis no sea en vano. No importa lo que haya dentro de la copa, lo importante es que cada uno de nosotros encontremos un verdadero motivo para brindar. Si esto que es mínimo se da, si esto que es mínimo lo descubrimos con solo mirar a nuestro alrededor, entonces podremos desearnos sinceramente feliz año nuevo…. porque estaríamos, todos juntos, construyendo.
saludos...
Néstor Alessio
Santa Fe, Argentina