Desde Madrid, España, mi amigo David Carrascosa me envió una copia de su último post publicado en el blog: peón de brega, sobre la celebración que en iberoamérica se viene realizando todos los 11 de octubre: Ultimo Día de Libertad de los Pueblos Originarios. “Una celebración desconocida en España”,- dice David- y agrega “…que podría ser sometido a una nueva interpretación (del) concepto de Hispanidad a partir de otros puntos de vistas desconocidos en España y en Europa”.
A continuación, reproducimos el post completo publicado por David.
11 de Octubre, Último Día de la Libertad de los Pueblos Originarios
"Porque hasta el día de hoy los pueblos son felices. Cosechan los frutos que les da la tierra. Adoran al sol que les brinda calor. Costruyen ciudades que desafían las alturas. Mañana llegará el invasor, que por ahora no es más que tres manchas aproximándose desde el este, a través del interminable océano. Así que sigan cantando y danzando; sean felices. Mañana, mañana será otro día."
Queridos lectores, hace un año prometí a mi buen amigo Néstor, de Santa Fe (Argentina), que me haría eco de una celebración desconocida en España, mi país, y que, paulatinamente, se está consolidando en Iberoamérica: el 11 de Octubre, Último Día de la Libertad de los Pueblos Originarios. Estoy seguro que todos vosotros entenderéis esta celebración con un carácter reivinicativo, el de las culturas indígenas originarias sepultadas por la cultura española durante la conquista, y, espero que también, necesario, ya que su memoria ofrecerá nuevas vías de comprensión, no ya de la realidad social y cultural de los países iberoamericanos, sino del mismo concepto de Hispanidad, el cual podría ser sometido a una nueva interpretación desde otros puntos de vista desconocidos en España y en Europa.
Quisiera empezar hablando del olvido. Más allá de su significado corriente, como el envés de la memoria, etimológicamente esta palabra proviene del latín oblitare que desemboca en el actual término de obliterar, cuyo significado es el del anular, borrar o tachar. Creo, a partir de aquí, que el olvido donde las culturas originarias se hallan sepultadas no es el producido por lo que en psicología se denomina "aprendizaje interferente", automatismo psíquico que nos hace borrar de nuestra memoria datos para seguir aprendiendo, sino por la violencia de la obliteración, del arrancar de la Historia el acervo cultural que éstas representan. Y es que el proceso de conquista y colonización de la Corona Española sobre los pueblos originarios de América se cimentó en tal violencia, en primer lugar física (con el genocidio de 60 millones de indígenas) y, en segundo lugar, cultural con la imposición de las nuevas costumbres: y nos dijeron, "cierra los ojos, dame la tierra y toma la Biblia".
Desde luego que es tarde para recuperar todas esas vidas perdidas, pero no lo es todavía para hacerlo con su legado del lugar donde yacen sus huesos. Un cada vez mayor movimiento socio-cultural aboga por la implantación de tal celebración en lugar de la del día siguiente, 12 de Octubre, para rendir no sólo el recuerdo sino potenciar la recuperación del gran número de culturas precolombinas que hoy perviven a la sombra de la Hispanidad. Éste concepto, fundamentado en un ya moribundo eurocentrismo, debe ser repensado a la luz de esta necesaria reivindicación cultural, haciéndolo pasar desde su cariz históricamente opresor (obliterador) a otro en el que encuentren su lugar todas las manifestaciones culturales por éste ensombrecidas. Algo así como un punto de encuentro no para los seres humanos sino para las costumbres que ellos portan consigo.
Es curioso como algunos ritos que aún perviven en la América andina nos ofrecen el mito de la unión violenta de las culturas hispánica e indígena. En el Yawar, o Fiesta de la Sangre, un cóndor, símbolo del mundo indígena, previamente capturado es amarrado con argollas cosidas en la piel de un toro, símbolo de la cultura hispánica, al morrillo de éste. La lucha entre el primero por sujetarse y el segundo por liberarse, y que alcanza cuotas de un enorme dramatismo, ofrece en forma de mito tanto el violento encuentro intercultural como la supremacía espiritual de la cultura indígena pues, según la cultura quechua, el cóndor reprensenta, asimismo, el Hanan Pacha (lo espiritual, el futuro, lo de arriba) mientras que el toro representa el Uhu pacha (lo animal, lo de abajo, lo inconsciente, el pasado). Sin embargo, . y según se cuenta en su estudio antropológico de Carlos Vidales, "en el fragor de la lucha intercultural se aprende, sin querer, a sentir lo mismo que el otro, a co-actuar en una zona de existencia compartida que no es "tierra de nadie" sino más bien "tierra de todos". Es en esta frontera difusa, ambivalente, en continuo proceso de creación, donde se forjan los ricos y cambiantes sistemas de señales que constituyen el fundamento psicológico del mestizaje"
Por su alto valor etnográfico, y como testimonio de lo escrito anteriormente, os dejo con estas imágenes de un rito Yawar celebrado en Julio de 2000 en el distrito de Yanaca, Perú.
En la actualidad, y según quedó sentado el pasado día 6 de Octubre en una conferencia celebrada en la ciudad de Villa Mercedes (Argentina), se busca institucionalizar el dia 11 de Octubre como Día de la Libertad de los Pueblos Originarios; parece que las instituciones gubernamentales poco a poco están siendo permeables a esta reivindicación histórica de los descendientes de las comunidades originarias con el fin de restituir sus derechos. Esto esta en consonanacia con lo esgrimido por mi amigo Néstor cuando escribe que "entiendo que el problema indígena debería tratarse con más amplitud y profundidad ya que, a mi entender, ha dejado de ser un problema de raza o de cultura, transformándose en un problema social que trasciende a las propias comunidades originarias y que engloba a millones de ciudadanos que paulatinamente van siendo rechazos por el sistema". "Entiendo, además, -continúa- que cada uno de los sectores de la sociedad argentina, sean comunidades de descendientes de “pueblos originarios”, de inmigrantes europeos o desde donde viniesen, tienen el deber de reclamar ante las autoridades constituidas en gobierno, sin perder sus raíces (si así lo entienden) el derecho de acceder al progreso cultural, económico y social". Por cierto, podéis ver en esta foto la bandera heptacolor de origen inca Wiphala, símbolo de los Pueblos Originarios americanos.
Así pues, y esta es mi opinión, la nueva realidad sociocultural de los países iberoamericanos pone en evidencia el eurocentrismo sobre el que se fundamenta el concepto de Hispanidad. Éste, como ya he dejado entrever antes, debería ser entendido con esta nueva luz como un espacio horizontal de encuentro multicultural en lugar de un muro vertical de contención frente a las distintas manifestaciones culturales de los pueblos originarios. Es desde esta antigua confrontación donde, aprendiendo a co-actuar, se puede generar el marco de convivencia necesaria que suponga el mestizaje y consecuente enriquecimiento.
*Para visitar el blog de David Carrascosa se debe ingresar a través de la siguiente dirección: http://peondebrega.blogspot.com
Una aclaración para mi muy importante. Con mi amigo David Carrascosa, de Madrid (España),hemos hablado bastante de estas practicas rituales que se puede observar en el video de la presente entrada.
ResponderEliminarMás allá del "valor" simbólico y etnográfico de este rito, entiendo que son una erejia las cuales deberian prohibirse de por vida.
Con mi amigo David, dejamos esta discusión hasta un futuro encuentro cervezas de por medio.
Néstor Alessio
Estimado Néstor. Muchas gracias por hacerte eco de mi post e tu blog; para mí es un auténtico honor. Espero haber contribuido para esta buena causa.
ResponderEliminarEn cuanto al rito Yawar, decirte que está casi erradicado en Perú, de donde es originario, pues lo grupos ecologistas han hecho muchas fuerza en favor del cóndor, ave en extinción. De todas formas, y como dices, tiene un alto valor etnográfico.
Seguiremos con este tema con unas cervezas de por medio.
Un fuerte abrazo!!
Opino lo mismo respecto de esta práctica,sin perjuicio del reconocimiento de los pueblos autóctonos de América, los cuales siguen muy relegados, especialmente en nuestro país dónde viven en condiciones infrahumanas. Bssos tía Elsa.
ResponderEliminarVeo que tía Elsa ha puesto lo mismo que estaba por poner. En condiciones infrahumanas y además siguen siendo despojados y desalojados de sus tierras, para otorgarla a extranjeros que por supuesto no pagan por ellas el precio que correspondería.
ResponderEliminarUN ABRAZO. Un post que debería divulgarse.
Ayudarlos, es reconocer, intimamente nuestras raíces, aceptarlas, y dar a conocer su cultura! besitos Néstor!!
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