Un mar de fueguitos...

"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende."

Eduardo Galeano
( El mundo , de "El libro de los abrazos")

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lunes, 20 de agosto de 2012

Pueblo Oroño, el dolor de ya no ser

De acuerdo a documentación oficial encontrada, Oroño debe ser el único caso en la provincia de Santa Fe donde se suprimió su comuna. Se dice que el presidente renunció y nadie quiso afrontar tal situación de crisis. 

Tiempo atrás había dejado de funcionar definitivamente el molino harinero que era la fuente principal de trabajo en la zona. Poco después fue el ferrocarril que dejó de funcionar… para ese tiempo ya los habitantes habían comenzado el éxodo en busca de nuevos horizontes.

La gente desarmaba sus casas y se iba con los componentes a cuestas (ladrillos, chapas, aberturas…) para construir sus viviendas donde encontraran mejores condiciones de vida. La historia de la humanidad nos enseña que la gente siempre se ha asentado en lugares donde el trabajo y las buenas condiciones de vida son posible, lo que en otro aspecto, se puede decir que los pueblos no se fundan con la presencia de un acta fundacional sino por agregación poblacional. Oroño, es una clara muestra de lo expresado.

Oroño era un distrito de más de 2.000 habitantes y hoy solo queda, en el marco de lo que fue el casco urbano, solo un habitante: doña Beba Odetti que con sus jóvenes 85 años sigue resistiendo al olvido. Así nos manifestó cuando la visitamos en su casita perdida en medio de la gran naturaleza.

Oroño, departamento San Jerónimo, a  60 Km. de Santa Fe, dirección Oeste.
Por ruta 11 hasta Coronda y desde allí tomar rumbo oeste por ruta 64 hasta el empalme con la ruta 6 que nos lleva a Gessler (en ese encuentro de las rutas 64 y 6 esta lo que alguna vez fue un pueblo: conocido con el nombre de Oroño.

Fundado por don Nicasio Oroño en los años de su gestión como gobernador de la provincia en 1865/68
Allí también están los restos de mampostería y rejas de hierro que pertenecieron a la casa paterna de quien fuera gobernador de la provincia: Carlos Silvestre Begnis.



2 comentarios:

  1. Me alegra que Doña Beba Odetti siga resistiendo y no abandone el lugar, su lugar, un lugar histórico para quienes son los descendientes del Dr. Carlos Silvestre Begnis. Hace 7 años conocí a uno de sus nietos, un excelente y humano médico residente del Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Qué pena me dan los pueblos que desaparecen llevándose consigo su historia y los espíritus de sus antiguos habitantes.

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  2. Es hermoso saber q todavía hay alguien en ese lugar perdido y q muchos desconocen hoy es mi gran conocer la historia de ese pueblo q ha quedado al olvido mis ancestros nacieron en ese lugar como los padres de mi abuelo q salieron muchos años de allí ellos eran apellido de herreros lo cual ha pasado a mi es triste saber que sólo una persona sigue ahí,saludos a odetti la única que sigue en pie en ese lugar q quedó atrás sería maravilloso conocer a entidades tal mujer saludos

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